miércoles, 11 de marzo de 2009

LOS ALMENDROS EN FLOR, Carlos Marzal






LOS ALMENDROS EN FLOR


A Jaime Cussac y Gema García




HAN irrumpido en medio de febrero
con su fiera blancura extemporánea,
se han apoderado de la vida.
Han puesto cerco a mi emoción,
dolientes.

La flor de los almendros es un fruto
superior a su fruto.
Es un país
de mórbidas fronteras insondables.
Empujan —quién lo entiende— hacia qué adentros
de nuestro yo recóndito.
Con su deflagración de levedad me han arruinado,
en embriaguez, el día.

Su ley de asociaciones me conduce
a aquel instante en el Van Gogh Museum,
frente a la rama en flor de los almendros.

¿De qué dan testimonio nuestras lágrimas?
¿Qué acaba de morir cuando se vierten?
¿Por quién llora, atestado, nuestro llanto?

Esta mañana viene encinta de temores,
grávida de sus hondas certidumbres.

Sólo cuando nos duele es la belleza.
La belleza es verdad sólo si duele.


CARLOS MARZAL, “Los almendros en flor”, Ánima mía, Tusquets, Barcelona, 2009, pp. 23-24.