domingo, 6 de febrero de 2011

AL SOL, Luciano G. Egido

AL SOL

Le soleil rayonnait sur cette pourriture
comme afin de la cuire à point.
Charles Baudelaire

En medio de la deflagración universal que asolaba al mundo, sólo Cipriano "Candiles" sonreía. Estaba recostado suavemente sobre un lecho de hojarasca en medio del campo, con el homenaje incierto de una amapola a la altura del ombligo desnudo. Su sonrisa pacífica resultaba ofensiva, rodeada de tanta desolación, tanta tragedia y un calor tan intenso. ¿Qué estaría soñando tan beatíficamente, con los ojos cerrados y el gesto de un arrobamiento incontrolado? ¿Qué músicas celestiales acompañarían su reposo? Su inmovilidad y su enajenación eran tan absolutas que no parecía darse de cuenta de que las hormigas se le paseaban por las manos generosamente abiertas. En la posición que estaba, cara el cielo, no se le podía ver el agujero negro que tenía en la nuca y que había atraído la atención succionadora de las moscas. Era la sofocante tarde del día 18 de julio de 1936.


LUCIANO G. EGIDO, Cuentos del lejano oeste, Tusquets, Barcelona, 2003, p. 73.