viernes, 23 de septiembre de 2011

[ÉRAMOS TAN POBRES...], Charles Simic


   Éramos tan pobres que en la ratonera yo tenía que ocupar el lugar del cebo. Totalmente solo en la bodega, podía oírles arriba ir de aquí para allá, agitándose y dando vueltas en la cama. Estos son días sombríos y endemoniados , me decía el ratón mordisqueándome la oreja. Pasaron los años. Mi madre llevaba una estola de piel de gato que sacudía hasta que las chispas iluminaban la bodega.


CHARLES SIMIC, El mundo no se acaba y otros poemas, DVD, Barcelona, 1999, p. 26.