miércoles, 16 de abril de 2014

[EL POETA NUNCA SABRÍA...], Jesús Zomeño



   El poeta nunca sabría que el anciano caballero odiaba la poesía y armaba sólo el café caliente con galletas al que lo invitaban. Por su parte, el anciano sí sabía que el joven escribía por soberbia y porque creía que la palabra dominaba al mundo. El caballero  sorbía café y comía galletas y pensaba, sin embargo, que las palabras se limitan sólo a formar parte del mundo.


JESÚS ZOMEÑO, Lengua azul, Sloper, Palma de Mallorca, 2008, p. 32.
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Antoni Tapies