martes, 7 de octubre de 2014

SOBRE JORGE LUIS BORGES, René Magritte & Luis Buñuel

 

   Ayer tarde y hoy leí algunas páginas de Borges. Mi primera impresión no ha cambiado:
es un tipo de ingenio que no me gusta. Compruebo que «manipula» muchas ideas pero no retengo ninguna. («Manipula» como esos charlatanes fáciles e indiferentes; no del todo indiferentes pues un pesado aburrimiento resulta de todo ello). Concedo que crea ilusión, que engaña con falsas razones y que simula hablar como una «persona honrada», pero a pesar del falso brillo de sus discursos tengo a Borges por un gilipollas instruido...

René Magritte, 1957


   Entre todos los ciegos del mundo, hay uno que me gusta poco, Jorge Luis Borges. Es evidente que es un buen escritor pero el mundo está lleno de buenos escritores. Además, yo no respeto a nadie porque sea un buen escritor. Se precisan otras cualidades Y Jorge Luis Borges, con quien me encontré dos o tres veces hace sesenta años, me parece bastante presuntuoso y adorador de sí mismo. Encuentro algo doctorales y exhibicionistas todas sus declaraciones (sienta cátedra, se dice en español). No me gusta el tono reaccionario de algunas de sus ideas, ni su desprecio a España. Buen conversador, como muchos ciegos, el premio Nobel retorna como una obsesión en sus respuestas a los periodistas. Está claro que sueña con él.

Luis Buñuel, 1982


ÁNGEL PARIENTE, Repertorio de ideas del Surrealismo (1919-1970), Pepitas de Calabaza, Logroño, 2014, p. 43.
&
Isabel Reitemeyer