domingo, 1 de febrero de 2015

ELOGIO DEL GÉNERO VERSÁTIL, Juan Yanes


ELOGIO DEL GÉNERO VERSÁTIL

   Los microrrelatos son máquinas de belleza instantáneas. Los microrrelatos son un incordio de criaturas. No creo que haya género literario que reciba tantos nombres. Es algo muy divertido, porque casi nadie los llama de la misma manera. Éste, que tengo aquí al lado, hace Cuentitos; aquel, Cuentos cortos; aquella, Textos breves; el de allá, Miniaturas; la de acullá, Cuentos súbitos; la de aquí mismo, Precipitados instantáneos; el de acá, Literatura comprimida; la de allí, Cuentos ultracortos; el de más allá, Breverías; la de este lado, Cuentículos; la del otro lado, Relatos vertiginosos. Algunos escriben Cuentos mínimos; otros, Microcuentos; la que puede, Microrrelatos; el que no, Ficción en frasco chico; los obsesos, Textículos; los menos, Short-stories. Unos, hacen Pulgas; otros, Levedades elementales; ésta, que te digo, Textos bonsái; ese, Pulgarcitos literarios; la otra, Parvos relatos; él, Cuentos breves; ella, Cuentos ligeros; bastantes, Minicuentos; las más, Minirrelatos; sólo algunos, Derrelictos minúsculos; los menos, Ficción ultrabreve; asaz, Microficción infraleve; casi ninguna, Hormigas; el de Pinto, Cuentos veloces; el de Valdemoro, Flash fiction; los afrancesados, nouvelles; casi todos, Micronarrativa; los exquisitos posmodernos, Microtextos; los principiantes, Cuentos brevísimos; las epígonas, Cuentos en miniatura; los de delante, Cuentos mínimos; los de atrás, Cuentos minúsculos; los de casa, Cuentos ultracortos; los foráneos, Ficción breve; la culta dama, Ficción brevísima; los entretenidos, Relatos superbreves; los flacos, Relatos hiperbreves; los enanos mentales, Cuentos pigmeo; los anoréxicos, Miniaturas narrativas; los cortitos, Short fiction; los del norte, Small stories; los de más al norte, Microtales; los estrechos, Cuentos minimalistas; los devotos de Baltazar Gracián, Breviarios de brevedades; los japoneses, Nanohistorias; los amerindio del río Marañón, Cuentos jíbaros; los húngaros Cuentos de un minuto; y los de Lanzarote, Cuentos chinijos.

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