martes, 12 de abril de 2016

CRÍO, Julián Cañizares Mata

CRÍO

Jugaba de crío en la explanada frente a casa.
Jugaba al fútbol, tenía vecinos visibles e invisibles,
victorias épicas, nubes en el cielo que pasaban,
coches que movían las piedras, padres que llamaban.
Desde el balcón, tu madre te llamaba, justo cuando
tu padre llegaba al portal, sentando el equilibrio.
Tu hermano corría más que tú, sin gritos,
y nadie gritaba porque era algo ajeno e innecesario.
Para qué ser lejano, si no hacía falta.
Todo estaba cerca, y tu hermano siempre llegaba
primero, y era el primero en coger de la mano
al padre, que era maravilloso y lleno de luz.
Los vecinos se quedaban un rato, pero muy poco,
y al día siguiente yo seguía siendo el segundo,
y las nubes pasaban y la madre se preparaba
para llamarnos, y el padre se preparaba para ser
el padre, y yo hijo y hermano, vecino estable.
Aquí nadie tiene la culpa, nadie me derrama.
Yo fui mi sustituto, y me sustituí sin darme cuenca.
Un día que fui al portal, e iba solo, más lejano.


JULIÁN CAÑIZARES MATA, Sustituir estar, DVD, Barcelona, 2009, p. 66.
&
Jie Zelf