sábado, 30 de noviembre de 2013

[TUS ARAÑAZOS...], Jesús Aguado


Tus arañazos:
escritura evadida
de la escritura.

JESÚS AGUADO, La insomne. Antología esencial, FCE, Madrid, 2013, p. 96.
&
Man Ray

viernes, 29 de noviembre de 2013

[HE SEGUIDO LAS HUELLAS DE LOS LOBOS...], Chantal Maillard



He seguido las huellas de los lobos
hasta donde se trenzan las ramas de los árboles.
Les he visto clavar sus dientes en el cuello
de un corzo acorralado,
y la luz era verde y el viento acariciaba
sus vientres jadeantes.
He visto debatirse una liebre en las garras de un águila,
y el sol,
ese gran ojo ciego que se nutre
de los cuerpos inertes,
resplandecía en la montaña.
He hurgado en las entrañas de un pájaro nocturno
y en mis manos bebieron los chacales.
Sé cómo besan las serpientes: su beso es el reflejo de la luna
sobre el agua fría.
Por todas partes, en todas las cuevas
donde he velado el fuego que me consume y me alimenta
te he vuelto a conocer,
      y te he amado
en los ojos que besan las serpientes,
en la humedad del viento,
en el sol que calcina los huesos de los lobos.
Te he amado y te amo
en todo lo que muere
y en todo lo que mata
y en la raíz que corre a ras de suelo como una comadreja.


CHANTAL MAILLARD, Hainuwele y otros poemas, Tusquets, Barcelona, 2009.
&
Manuel Vilariño


jueves, 28 de noviembre de 2013

[...LO QUE UNE DE VERDAD A DOS PERSONAS...], Eloy Tizón


...lo que une de verdad a dos personas, [...], lo que espesa un vínculo, no es tanto haber compartido las mismas aventuras exóticas en tierras lejanas, sino el hecho de haberse aburrido juntas, en el sofá del salón, un domingo por la tarde.


ELOY TIZÓN, Técnicas de iluminación, Páginas de Espuma, Madrid, 2013, p. 129.
&
Edward Hopper

miércoles, 27 de noviembre de 2013

[TERSO EL CABELLO DE SEDA NEGRA...], Clara Janés


Terso cabello de seda negra,
nunca el labio encarnado en mariposa
se posa sobre tan suave lienzo
ni encima de esa piel ardida
por los vientos.
En lo hondo del propio pozo
se pierde definitivo el beso,
y sólo en el mutismo y la distancia
se insinúa
el tacto de la mente
entre los cuerpos.

CLARA JANÉS, Poesía erótica y amorosa, Vaso Roto, Madrid, 2010, p. 113.
&
Kansuke Yamamoto

martes, 26 de noviembre de 2013

lunes, 25 de noviembre de 2013

AUTOFAGIA, Juan Cruz López


AUTOFAGIA

   A Carla también le gustaban los puzzles. Algunas veces cogía las fotos de sus amantes y las hacía trizas. Después iba a emborracharse. Cuando regresaba por la mañana se quitaba la ropa y se revolcaba sobre los trozos de las fotografías de los hombres que la habían acompañado en aquel camino hacia no sé sabía qué forma final de autoexterminio. Luego tomaba cada uno de los trozos y se lo metía en la boca, se abría otra cerveza, le masticaba el rostro al fantasma que salía en la foto y se tragaba el pedazo. Y así con todos. Era como si quisiera recomponer en su estómago otra especie nueva de hombre que, al menos, no la dejara insatisfecha; aunque al final lo único que conseguía era vomitar una papilla grisácea de ojos, cejas, bocas, pelo, ropa, de vez en cuando alguna gorra o un cinturón, y muy de tarde en tarde algún zapato viejo o una corbata negra. Sin embargo, todo fue distinto el día en que, sin darse cuenta, se tragó la foto donde una mujer de mirada huidiza le acariciaba el pelo a un joven de gesto taciturno. Esa mañana no supo reconocer a la mujer de rostro ambiguo que la miraba desde el otro lado del espejo.


JUAN CRUZ LÓPEZ, Creación Injuve. Narrativa, Instituto de la Juventud, Madrid, 2009,  p. 25.
&
Scott Lickstein

domingo, 24 de noviembre de 2013

[MUJER, NO CREZCAS TANTO...], Jesús Aguado


Mujer, no crezcas tanto que mates el paisaje.
No agigantes tu cuerpo hasta ocultar
las albas, las tormentas, los celajes, las flores
silvestres, las gaviotas... Sobre todo el mar. Crece
recostada a mi lado, en abrazo hacia adentro
de la mirada núbil de la tierra. No cierres
con portazos de niebla el horizonte mío.
Sé invisible. Que el ojo que busca las montañas
no tropiece en tus pechos -como árboles plantados
justo enfrente, y enormes, de la ventana—, se ciegue
queriendo atravesarte, enloquezca creyéndote
montaña o simplemente se olvide de mirar.

JESÚS AGUADO, Mendigo, Renacimiento, Sevilla, 2008, p. 25.
&
Kansuke Yamamoto