sábado, 22 de diciembre de 2007

El imperio de las luces, 1948





EL IMPERIO DE LAS LUCES
Desde 1948 hasta su muerte, Magritte pintó no menos de una decena de cuadros que constituyen variaciones sobre un mismo tema, el último de los cuales quedó inacabado a su muerte. Todos llevan el título común de El imperio de las luces, y lo que en ellos se ve no es otra cosa que una casa o gru­po de edificaciones entre el follaje iluminados por la luz eléctrica que se advierte en las ventanas, así como por la que despiden uno o varios faroles en el exte­rior de las mismas. Lo insólito es que el cielo que cobija la escena es de un azul absolutamente diurno, surcado por las nubes blancas y algodonosas que pue­blan los cielos de Magritte. La incompatibilidad del cielo con la noche en la que destaca la luz eléctrica sólo se advierte tras un examen detenido por parte del espectador, tal es la coherencia de la escena. La serie es todo un manifiesto pintado del ideario artístico de Magritte que conce­bía la pintura como un medio para revelar ideas y fundar reali­dades cuya virtualidad no tiene posible confirmación en la expe­riencia de lo cotidiano.

René Magritte, Ediciones Polígrafa, Barcelona, 1994.

1 comments:

Anónimo dijo...

Si no vino es porque no vino. Es como hacer el otoño. Nada esperabas de su venida. Todo lo esperabas. Vida de tu sombra ¿qué quieres? Un transcurrir de fiesta delirante, un lenguaje sin límites, un naufragio en tus propias aguas, oh avara.


(Alejandra Pizarnik, Extracción de la piedra
de la locura).


Enviado por tu amigo Carlos
elblogdecarlos@gmail.com

Un inmenso abrazote para mi amigo Fran.