LOS PADRES NO EXISTEN, SON LOS REYES MAGOS
Aun es de noche, sin embargo, debajo del pino de navidad los reyes
magos ya me han dejado un regalo. Voy a la habitación de mis padres,
todavía dormidos, a contarles urgentemente. Se los ve muy confundidos,
boquiabiertos. Después de comentar preocupados algún asunto, abren el
armario y me regalan, además, una bicicleta.