Como la vida misma
Si el zapato se ajustara a tu pie,
si fueras tú, ratita presumida,
la que me barre el sueño cada noche.
Si no hubiera manzanas que morder,
ni cestas con pasteles de jengibre
y leche uperisada, encargaría
un espejito caro para tus rizos
de oro. Te llevaría a otro país
cientos de leguas más al norte. Nunca
te besaría mientras duermes y no
te invitaría a cochinillo asado.
Si te pusieras aquel traje nuevo
solo mil y una noches de tormenta
tal vez la realidad no fuera un cuento.
RAÚL VACAS, Consumir preferentemene, Anaya, Madrid, 2006.
DESVÍO POR OBRAS:
1 comments:
que bonito sería vivir en un cuento por un tiempo...
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