martes, 7 de abril de 2009

EL LIBRO DE LOS AGUJEROS, Claire Didier & Roland Garrigue



EL DR. BUJERÍN, que cuenta con una de las mejores colecciones de agujeros del mundo, nos ha hecho un hueco en su apretada agenda para contarnos su experiencia. Nuestra reportera, Patricia Hoyos, se ha desplazado hasta Pozo de Sorpresas, donde reside el eminente Doctor, para hablar con él.
PATRICIA HOYOS. Dr. Bujerín, ¿de dónde le viene esta afición por coleccionar agujeros?
DR. BUJERÍN. Mi padre comenzó la colección nace ya mucho tiempo. Un día, se dio cuenta de que todos llegamos al mundo por un agujerillo y decidió ahondar en el tema. De él he heredado mi afición por estas curiosas aberturas. Comencé coleccionando agujeros normales y corrientes: tomates en los cal­cetines, flautas, coladores de cocina... Con el paso del tiempo, he ido adquiriendo ejempla­res más variopintos. He descubierto abismos vertiginosos lagunas mentales, minas de dia­mantes, etc. Después de tantos años de estu­dio, he llegado a la conclusión de que el
agu­jero es la clave de todo, pues
la vida comienza por un agujero,
podernos oír lo que pasa a nuestro
alrededor gracias a un agujero,
respiramos por un agujero y,
cuando las cosas van mal,
vamos tapando agujeros
como buenamente podemos
PATRICIA HOYOS. Dr. Bujerín, ¿cuáles son las piezas más valiosas de su colección?
DR. BUJERÍN. Algunos de los más representativos son la Gruta de las Damas, el túnel del canal de la Mancha, la madriguera del Sr. Zorro o el espiráculo del delfín.
PATRICIA HOYOS. ¿Podría decirles a nuestros lectores qué es exactamente un agujero?
DR. BUJERÍN. Hay miles de agujeros a nuestro alrede­dor. Desde los más visibles, como el agujero de una aguja o el ojal de una camisa, hasta otros menos tangibles, como los aguje­ros financieros o las depresiones de aire. Los hay de todas las formas, tallas y condicio­nes. Un agujero puede ser un abismo o la madriguera de un animal. ¡O los del queso gruyer! Están los de los coladores de cocina y el de los donuts. Un agujero puede ser también la falta de algo, un vacío. Otros nos pueden aspirar, como el V404, uno de los agujeros más negros de mi colección.
PATRICIA HOYOS. ¿Le falta alguna pieza en su colección?
DR. BUJERÍN. ¡Cientos de ellas! Pero aun así, es de las más completas que hay.

CLAIRE DIDIER & ROLAND GARRIGUE, El libro de los agujeros, SM, Madrid, 2007, p. 7.