o son tus suaves hombros los que acarician mis palmas
haciéndolas más secas, más afiladas, más perfectas?
Cuanto más se repite una caricia, más curativa.
El agua lenta desgasta la piedra, las caricias
hacen al cuerpo ligero, compacto, lo cincelan
como quiere ser,
como una vez fue.
Vera Pavlova
&
Amaia Ugarte
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