EL SALTAMONTES Y LA HORMIGA
Un día de invierno, un Saltamontes hambriento le pidió a una Hormiga que le diera un poco de los víveres que había almacenado.
—¿Por qué — dijo la Hormiga — no pensabas en guardar comida en vez de pasarte el tiempo cantando?
—Ya lo hice — dijo el Saltamontes — ya lo hice; pero tus compañeras se tiraron encima y se lo llevaron todo.
Ambrose Bierce
&
Edward Bawden
0 comments:
Publicar un comentario