lunes, 4 de agosto de 2008

[Cuando viajamos...], Bioy Casares


Cuando viajamos, el presente no logra su plena realidad; es casi un pasado, casi una anécdota; por eso es nostálgico y, también,
feliz.
ADOLFO BIOY CASARES

3 comments:

Anónimo dijo...

Quizás todo
no fuera más que un viaje,
una travesía en la que no hubo retorno
al ser truncada
desde sus raíces más profundas
por una mísero fallo humano;
puede que fuera un pie que se resistía,
desafiando a la lógica, a pisar el freno,
quizás un piloto que confiaba demasiado
en la mecánica de su aeronave.
No importa lo que fuera;
el inevitable choque se produjo,
destrozándose el viaje
sin poder retornar tampoco el error,
sellando un accidente que desde entonces
impide que sirva de algo
mirar
lo que ya ha quedado inevitablemente atrás,
tan lejos,
para siempre.

Anónimo dijo...

Qué texto tan bonito... y es verdad, por ejemplo cuando fuimos a Atenas "el presente no lograba su plena realidad"


Ángela

crisisocial dijo...

Sentiremos empatía todos los que hemos ido a Atenas este año...
Queríamos contener el momento pero sólo ha quedado de ello el recuerdo y algunas inmortalizaciones audiovisuales.
Es una pena que los recuerdos vayan perdiendo su frescura con el tiempo y sean susceptibles a las reivenciones de la mente. Pero también sentirán empatía todos los que hayan viajado por extensión pero esto no sólo pasa al viajar también pasa con todos aquellos momentos significativos de nuestra vida que pasan tan rápido que después vivimos de la ilusión de contarlos.

Una vez más, una reliquia hispanoaméricana