MENSAJE EN UNA BOTELLA
Querida María, dulce amiga mía, amada: las palabras se quedan siempre atrás, son como brisas que no alcanzan nunca la isla de la realidad. Como me conoces muy bien, ya sabes que estoy liándome, y me perdonarás esta introducción tan larga, para llegar a una conclusión tan breve: te quiero. Y en este momento no encuentro otra forma de decírtelo que dedicarte este libro, que, poco o mucho, es todo lo que tengo.
AGUSTÍN CEREZALES, Escaleras en el limbo, Lumen, Barcelona, 1991, p. 209.
0 comments:
Publicar un comentario