MEMORIA
No sabe que se ha roto la cadera. No recuerda que la operaran. No entiende qué hace en el hospital. A cada momento se olvida de que duermo a su lado. Ha descubierto que tiene una hermana porque ha hablado por teléfono con la tía Imelda esa tarde. Cuando la enfermera entra y se asombra del parecido entre ambas, mi madre responde: no, ella no es mi hija, es mi hermana. No mamá, le digo, no soy Imelda. Soy Cora.
En ese momento mi madre enrojece.
CARMEN BOTELLO, Mal invierno, El Nadir, Valencia, 2013, p. 23.
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Eleanor Moreton
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