Primero: se deben tener diez años. Segundo: se debe estar sentado en el sofá de casa. Tercero: se debe intentar hacer un globo pequeño con los restos de un globo roto. Cuarto: se debe estirar la goma de los extremos, acercarla a la boca y aspirar. Quinto: al aspirar, el globo roto se debe escapar de los dedos y alojarse en la garganta. Sexto: se debe sentir la interrupción violenta del flujo de aire. Séptimo: se debe percibir una asfixia sin matices. Octavo: se debe reaccionar levantando el cuerpo del sofá. Noveno: se debe caminar hacia la mesa y apoyar una mano sobre la misma. Décimo: se debe tener una conciencia transparente de estar muriendo. Undécimo: se debe escuchar, al fondo, a la madre y al hermano hablando en la cocina. Duodécimo: inesperadamente, se debe experimentar un sentimiento de aceptación ante lo irreversible y renunciar a toda lucha y dramatismo. Decimotercero: se debe permanecer de pie y en silencio.
Decimocuarto: se debe aguardar, sereno, a que la muerte sobrevenga.
Iván Teruel
&
K. Ooms
1 comments:
Brillante, Iván, como siempre. No en vano hablamos de uno de los mejores escritores de microrrelatos que un adicto pueda leer.
Un abrazo.
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