No vendas los ferrocarriles
le avisó su abuelo.
Él era el coche de carreras,
su hermano era el zapato
y ella era el dedal.
El olor a gachas y antiséptico de la cocina.
Te preguntas qué hay en el mundo
que merezca tu lealtad, Karen.
¿No ves que tengo la boca llena de tarta?
Te digo algo
si me prometes que no te enfadas...
Has de tener bien claro qué es lo más adecuado.
Los hechos no son más que sombras chinescas en la pared.
Huele. a mineral quemado.
Son tan fuertes como el té chino mas
te llenarán de plata y oro los zapatos.
FANI PAPAGEORGIOU, Cuando dijiste no, ¿querías decir nunca?, Bartleby, Madrid, 2015, p. 73.
&
Alexey Bednij
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Alexey Bednij
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