martes, 20 de mayo de 2008

[LA AMBULANCIA. 15 de abril de 1994], Isla Correyero

LA AMBULANCIA. 15 de abril de 1994


Me han elegido para entrar en la muerte de una niña.

La ambulancia transcurre por la carretera con su
memoria de meteorito. De Madrid a Gerona nos ga-
nará la noche.

Yo controlo los brazos de la enferma desnuda y reviso
el pliegue cabalístico y frágil de su garganta afónica.

El suero cae buscando la vena azul de su radiografía.

Brilla el oxígeno sobre mis guantes blancos y dibuja
inscripciones en mi nariz poética.

El misterioso conductor nos mira desde el poniente
imán de su espejo difuso.
Los coches que cruzamos van vivos de miradas pode-
rosas.
Se agradece la marcha vigilante que, de pronto, so-
bre el cristal central,
la nieve nos choca como un sueño.

Yo comienzo a temblar porque mi enferma me ha
hecho una caricia sobrehumana.
Sus ojos de dolor de cuatro años están terriblemente
abiertos y distintos.

Tengo su mano agonizante y fría sobre mi muslo ten-
so y absoluto.

Me pide a su mamá, su voz de agua: agua, agua.

Dieta absoluta son ya las lejanas órdenes del médico.

Agua y amor me pide la que muere.

De una bolsa de suero glucosado le doy a la privada
criatura un sorbo,
un sorbo lento.
Traga,
traga,
mi amor,
mi amor,
mientras me acuesto a su lado
besándonos, me muere.

La ambulancia prosigue su camino hacia un lugar que
no existe en el mundo.

La madre esperará cien noches, aterrada,
en la terraza.


ISLA CORREYERO, Diario de una enfermera, Fenice poesía, Huerga & Fierro Editores, Madrid, 1996.

2 comments:

crisisocial dijo...

que bonito, que real y que triste.
poemario muy recomendable.

saludos

Lu

crisisocial dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.