A la casa de su padre llegaron rumores de que, su hermano, que había desaparecido diez años atrás, seguía vivo y pretendía regresar. Él, que hasta entonces había sido un excelente administrador, comenzó a dilapidar el patrimonio familiar. "Quiero que se encuentre las cosas como estaban", dijo.
miércoles, 16 de febrero de 2011
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EL HIJO PRÓDIGO
Siempre avanzamos por el camino de regreso. Cuanto más nos alejamos, cuanto mayor es nuestra curiosidad por lo desconocido, cuanto más corremos el riesgo de perdernos, más cerca estamos de aquel punto de partida hacia el que, quizá sin saberlo, orientábamos nuestra búsqueda. Los que se quedan en casa por temor al extravío nunca gozarán del amor paterno: es al hijo pródigo, y no al obediente, a quien se recibe con los brazos abiertos.
RAFAEL ARGULLOL, El cazador de instantes, Acantilado, Barcelona, 2007, página 29.
Máximo:
¿Qué es lo primero que he de agradecer:
tu réplica tan atinada
o tu emergente trabajo en Documenta mínima?
Ahora no me cabe duda: sin desmerecer el texto de Argullol, me quedo con tus propuestas de "literatura condensada".
Gracias por la visita. ¡Te la devolveré pronto!
Cuando publique la entrada de este libro de Argullol, espero que el texto que seleccione encaje dentro de la favorable opinión que tienes de mis propuestas.
Gracias por las alabanzas al blog. Allí te espero.
Acabo de añadir a su página web a mis favoritos. Me gusta leer sus mensajes. Gracias!
Aceptamos gustosos sus agradecidas visitas.
FRC
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