sábado, 6 de mayo de 2017

FOOD TRUCK, Manuel Villena

FOOD TRUCK

Yo no elijo freír
con la ventana abierta,
ni
acumular platos desportillados en el barreño
ni
descongelar patatas y rebozados
al dictado de zombis zizagueantes
que no discuten con las varices de sus piernas.

Todas las noches
mujeres y hombres de voz rancia
suplican ser escuchados:
un júbilo grasiento salpica el aire,
cuando sus vidas afónicas chisporreotean en la radio,
como quejidos sanguinolentos de la madrugada.

A mí me acompañan más esas polillas
que acuden al reclamo del olor de la carne.

A veces,
cuando el frío y el orujo me regalan una pausa,
apago la luz del fluorescente y me peleo con ellas
hasta obligarlas a salir de la furgoneta.

En el mapa que dibujan las quemaduras en mis manos
hay un país en el que incluso los insectos se reencarnan;

por eso, a codazos,
descosiendo el alba,
sé que algún día vendrá
ese príncipe (borracho) nacido para salvarme.
Manuel Villena
&
Matthew Midgley