viernes, 15 de junio de 2012

UNA MUJER CUENTA, Eduardo Galeano



 Junio
15
UNA MUJER CUENTA
        
   Varios generales argentinos fueron sometidos a juicio por sus hazañas cometidas en tiempos de la dictadura militar.
   Silvina Parodi, una estudiante acusada de ser protestona metelíos, fue una de las muchas prisioneras desaparecidas para siempre.
   Cecilia, su mejor amiga, ofreció testimonio, ante el tribunal, en el año 2008. Contó los suplicios que había sufrido en el cuartel, y dijo que había sido ella quien había dado el nombre de Silvina cuando ya no pudo aguantar más las torturas de cada día y cada noche:
   —Fui yo. Yo llevé a los verdugos a la casa donde estaba Silvina. Yo la vi salir, a los empujones, a culatazos, a patadas. Yo la escuché gritar.
   A la salida del tribunal, alguien se acercó y le preguntó, en voz baja:
   —Y después de eso, ¿cómo hizo usted para seguir viviendo?
   Y ella contestó, en voz más baja todavía:
   —¿Y quién le dijo a usted que yo estoy viva?