EL GRAN ESCRITOR
Anthony era uno de los mejores escritores de todos los tiempos. El problema es que hasta que un editor importante no se diera cuenta de ello, tampoco lo haría el resto del mundo.
Él sostenía la teoría de que la mayoría de los escritores no tenían nada que aportar ni nada que decir. Según su criterio, no poseían la más mínima imaginación ni el valor suficiente para plasmar algo que mereciera la pena ser leído. Se escudaban en la forma para desviar la atención de un contenido inexistente. Eran magos de las palabras; pero como todo el mundo sabe, la magia no existe, no es más que una mera ilusión, un fraude camuflado con gracia que nos hace sonreír, pero que no deja de ser un engaño.
Él, por el contrario, había conseguido comulgar con la esencia del ser humano siendo capaz de escribir sobre ello de manera notable.
Siempre llevaba consigo un bolígrafo y una libreta donde anotar todos los pensamientos y escenas que conseguía extraer de la vida cotidiana. Después, al llegar a su casa, arrancaba las hojas y transcribía todo el material al ordenador para dar forma a lo que serían sus próximas obras. Aquellas que acabarían pudriéndose para siempre en la oscuridad de un cajón; a no ser que un editor importante abriera los ojos y apostara por él.
ALEXANDER DRAKE, Vorágine, Irreverentes, Madrid, 2012.
1 comments:
¡¡¡BUENÍSIMO!!!
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