EL ARTE DE LAS TRANSFORMACIONES
Creí dominar el arte de las transformaciones, pero no era más que un aprendiz de brujo. Un pequeño error, un gesto equivocado en el momento del conjuro y heme aquí, cuesta abajo en la rodada, hoy pato, mañana cucharita, montaña, arveja, premolar o polvo edulcorante. Y ahora, precisamente ahora cuando por fin he logrado controlar tanta locura, reducirla a la ínfima sutileza de un cambio de opinión, ahora es cuando se quejan, absurdos, mis votantes.
1 comments:
Muy pertinente. Lo leí el día que lo publicaste pero no tuve tiempo de comentar.
Bueno este año es que no tengo tiempo de comentar ni en el blog ni en ningún sitio ¡puajjj!
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