¡Aquel estúpido crío tenía agarrada por la cola a la Bestia del Apocalipsis! Oh barbas en llamas, habíamos firmado nuestra perdición. Los edificios se tambaleaban; las pantallas de los ordenadores estaban tan negras como los armarios de nuestras abuelas. Estábamos demasiado asustados como para suplicar. Otro siglo al garete ¿y para qué? ¡Y todo porque hay gente que no sabe educar a sus hijos!
CHARLES SIMIC, El mundo no se acaba, Vaso Roto, Madrid, 2013, p. 35.
Traductor: Jordi Doce
Ilustración: Rufino Tamayo
0 comments:
Publicar un comentario