Una mujer muestra a un cámara de televisión, que está grabando un reportaje sobre los efectos de la crisis económica en los hogares del país, una jaula diminuta con dos canarios amarillos e inquietos. La jaula está en la cocina de la casa y comparte escenario con un calendario con motivos chinos, un tapete de ganchillo y un frutero con dos naranjas secas. En la nevera hay un imán de Telepizza medio roto y otro con un toro de Osborne. La mujer señala a los pájaros y explica que se llaman Estefanía y Cristian, igual que sus hijos. Añade, además, que su hijo Cristian, homólogo humano del canario macho, está en la cárcel. Piensa liberar a los pájaros cuando su hijo regrese a casa. Cuando esto sucede, un tiempo después de que emitan el reportaje —en el que el periodista ridiculiza a la mujer— ella cumple su propósito y, ayudada por el hijo, libera a Cristian pájaro y a Estefanía por la ventana de la cocina. Felices, ella y el hijo ignoran que los canarios mueren un par de horas después, desorientados y abatidos porque no saben volar ni sobrevivir en libertad. Un par de meses después Cristian humano vuelve a la cárcel y la mujer compra un pececito naranja. Le llama Julio Iglesias.
BERTA DÁVILA, El arte del fracaso, Pulp Books, Cangas, 2012.
&
0 comments:
Publicar un comentario