El
más perfecto de los egoísmos consiste en no ser egoísta; si no es por virtud,
que sea por cálculo. Con frecuencia, un pequeño sacrificio que hacemos acarrea
uno mayor. Nos humilla la preferencia que un hombre se da a expensas de
los otros: buscamos vengarnos. No perdonaremos —decimos—
a ese hombre que sólo piensa en sí; socorramos —diremos— a ese hombre que sólo piensa en
los demás.
PRÍNCIPE DE LIGNE, Extravíos o mis ideas al vuelo, Sexto Piso, Madrid, 2009.
&
Chiharu Shiota
0 comments:
Publicar un comentario