lunes, 23 de noviembre de 2015

[A LA HORA DE TENSAR LA CUERDA...], Luis Miguel Rabanal

A la hora de tensar la cuerda de la congoja alguien se aproxima con suma cautela y le expone su pesar, lo mismo que el tullido recuenta su rebaño de bisontes tiñosos y no es capaz de beberse la agria medicina de su madre.
Ah, la pesadumbre.

Luis Miguel Rabanal 
&
Paul Agnoli