LA METAMORFOSIS, SEGÚN LEWIS CARROLL
Entonces Alicia llegó a una habitación donde el señor K, que había despertado convertido en escarabajo, movía incesante y alegremente las patas.
—Oh, es terrible dijo Alicia—. ¿No te sientes mal, acaso?
El insecto se atusó el bigote, que era lo único que le quedaba del señor K, y dijo:
—Me alegra que hayas venido, niña. Así podremos celebrar juntos mis 29 o 30 o 31 o quién sabe cuántos nocumpleaños de este mes.
—No es de personas bien educadas cambiar de Conversación replicó Alicia—. Eres un grosero.
—Niña tonta contrarreplicó el escarabajo—, lo importante no es cambiar de conversación sino cambiar de interlocutor.
—Oh, es terrible dijo Alicia—. ¿No te sientes mal, acaso?
El insecto se atusó el bigote, que era lo único que le quedaba del señor K, y dijo:
—Me alegra que hayas venido, niña. Así podremos celebrar juntos mis 29 o 30 o 31 o quién sabe cuántos nocumpleaños de este mes.
—No es de personas bien educadas cambiar de Conversación replicó Alicia—. Eres un grosero.
—Niña tonta contrarreplicó el escarabajo—, lo importante no es cambiar de conversación sino cambiar de interlocutor.
JOSÉ DE LA COLINA, Portarrelatos, Ficticia, México, 2007, página 58.
0 comments:
Publicar un comentario