HABÍA UNA VEZ... UNA
Había una vez. Una, porque “dos veces” sería una historia repetitiva.
Un rey. Uno, porque dos sería la guerra.
Quien estaba casado con una reina. Una, porque dos sería un drama.
Ellos tenían una hija princesa. Una, porque dos sería un lío.
La que estaba enamorada de un caballero. Uno, porque dos sería telenovela.
Al que le pusieron la condición de matar a un dragón.
Uno, porque dos sería labor titánica.
El héroe tuvo una idea. Una, porque dos sería mucho pedirle.
La de usar una espada mágica única. Una, porque dos ya no la harían única.
Con la que le quitó la vida al dragón. Una, porque el dragón no era gato.
Entonces se realizó la boda. Una, porque dos sería bigamia.
Y vivieron felices para siempre. Uno, porque dos “siempres” sería algo así como dos infinitos (aunque sí ocurrió que los dos fueron felices).
Fin. Uno, porque dos finales sería complicado.
Héctor Ugalde
JOSÉ MANUEL ORTIZ SOTO & FERNANDO SÁNCHEZ CLELO, Alebrije de palabras. Escritores mexicanos en breve, Puebla, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, 2013, pp. 53-54.
Leonora Carrington
1 comments:
Bravo! No hay más, dos sería redundancia.
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