El olvidado oye que lo llaman.
*********
Una ofensa tiene valor exactamente en la medida en que te obliga a reflexionar.
*********
Derramó lágrimas por el amigo cuyo nombre había olvidado.
*********
El que lee poco pronto parece un periódico.
*********
Es inevitable que uno se repita. Pero es perturbador descubrir que cosas que se dijeron una vez bien, más tarde se repiten de una manera mucho peor.
*********
Cuando adviertas que alguien no te quiso bien, investiga primero qué fue lo que lo disgustó en ti. Puede que tuviera razón.
ELIAS CANETTI, Apuntes. 1973-1984, Galaxia Gutenberg, Barcelona, 2000.
0 comments:
Publicar un comentario