XIX
Tengo que ser más rápido, incrementar mi velocidad a toda costa.
He cometido el error de lanzar mis peores insultos a Irene, humillándola con el sonido de mi voz como jamás antes había hecho.
Y debo ahora superar el avance velocísimo de mis palabras, adelantarme a ellas antes de que alcancen los oídos indefensos de Irene, abortar su infame objetivo de provocar un daño que sería irremediable, de manifestar un odio hacia ella que ya he dejado de sentir merced a una rectificación arrepentida que espero aún obre a tiempo.
MIGUEL A. ZAPATA, Revelaciones y magias, Traspiés, Granada, 2009, página 30.
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