PELEAS
Cuando discutimos, mi esposa suele decirme:
—Con vos no se puede hablar en serio. Te comportas como un niño.
Yo trato de controlarme y explicarle que no es así, pero me termina de enojar cuando me tapa la boca con esa papilla, y entonces la escupo y hago un berrinche.
—Con vos no se puede hablar en serio. Te comportas como un niño.
Yo trato de controlarme y explicarle que no es así, pero me termina de enojar cuando me tapa la boca con esa papilla, y entonces la escupo y hago un berrinche.
JUAN ROMAGNOLI, Universos ínfimos, Tres fronteras, Murcia, 2009, página 80.
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