PESCA
¡Otra vez mi mujer me ha dejado destapado! Ella tira y tira, y la madrugada me encuentra aterido y en posición fetal. Son las seis y todavía quedan un par de horas de cama, así que intentaré recuperar el tapado. Primero llega una colcha estampada de flores, después una primera manta de color celeste y una segunda amarilla (colores patrios para nosotros). Siguen llegando mantas y yo sigo tirando: mantas de lana, edredones, colchas estampadas, sábanas de franela y, ¡oh sorpresa!, después de mucho esfuerzo, aparece un gran banco de boquerones que dan sus últimos saltos sobre el lugar que hasta ese momento ha correspondido a mi cónyuge en el lecho nupcial.
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